viernes, 19 de febrero de 2010

Y VOLVER A PONER LA PLUMA SOBRE EL PAPEL

"Al borde de un precipicio, así me siento" - le dije a mi psicólogo, mientras me miraba por encima de sus gafas ligeramente caídas. El silencio solo entrecortado por aquel reloj de cuco reinaba en la sala. Él seguía sin inmutarse lo mas mínimo así que entendí que era yo la que debía continuar hablando. Empecé entonces a contar mas detalles sobre mi rara enfermedad, uno de ellos se producía cada vez que tenía delante de mi aquel papel blanco lo que me provocaba un bloqueo en mi mente. Él continuaba de la misma manera, como si en vez de un psicólogo fuese un simple espectador de televisión al que no le interesa lo que ve y esta a punto de cambiar de canal.
Su pasividad comenzaba a ponerme bastante nerviosa por lo que decidí terminar con aquella sesión. Fue entonces cuando le pregunté el tratamiento para aquella enfermedad que me perseguía desde hacía meses. No respondió. Me levanté y me acerqué a colocarle bien la corbata. Tenía el nudo torcido. Minutos después abandoné el despacho.
Al día siguiente comencé a leer como todos los días el periódico. Cuando llegué a la pagina de esquelas encontré la solución a mi problema. Comenzaba mi mejor novela, mi novela negra.

lunes, 17 de agosto de 2009

JODIDOS MOMENTOS DE GLORIA


INTERRUMPIR: Detener la continuidad de una cosa o accion en el espacio o en el tiempo.

Es viernes por la tarde, llego a casa, me cambio de ropa, voy a la nevera y cojo esa lata de refresco fría que me llama a gritos desde su pequeño rincón. Sin mas obligaciones que las de no hacer absolutamente nada me tumbo en mi maravilloso sofa, de repente suena el telefono...mi jefe...¡INTERRUPCION!.
La sala esta abarrotada, no se si seré capaz de enfrentarme a toda esta muchedumbre. Voy vestida de blanco, ya que segun dice mi psicologo, debo resaltar porque soy la anfitriona, se espera de mi todo y debo dar una gran conferencia. Me subo al estrado. Bebo agua y comienzo el discurso... de repente aquel muchacho de gafas de aumento alzó su mano y llamó mi atencion para hacerme una absurda pregunta...¡INTERRUPCION!.
Deseaba ese momento desde hace meses, hacia tiempo que no me sentia tan agusto. Estaba tumbada sobre la cama de aquella moderna habitacion de hotel justo enfrente de ti. La tele estaba encendida aunque no le haciamos mucho caso, tu sonrisa era mucho mas interesante. Comenzaron los besos hasta que se oyeron las llaves dentro de la cerradura, despues los nervios por recuperar la compostura aparecieron mientras aquella asistena entraba y volvía a ¡INTERRUMPIR!
¿DEFINICION DE INTERRUMPIR?: ¡¡¡Estropear pequeños momentos de gloria!!!

domingo, 14 de junio de 2009

CALADAS DE HUMO, SENTIMIENTOS DISTINTOS


Llegué tarde a casa. El día había sido mas largo de lo previsto. De aquí para alla. Como no tenía sueño decidí salir a la terraza para fumar el último pitillo y respirar algo de aire fresco que me diese vida.
Me senté en la vieja tumbona como si estuviera en primera línea de playa. Hacia una agradable temperatura. Olía a ropa recién tendida mientras que una suave brisa acariciaba mi cara. Encendí mi cigarrillo. Con mi hamaca orientada hacia el sur pude ver como tres edificios mas allá, aquel adolescente subía a la azotea de su dúplex y como si fuera un juego de sombras buscaba y también encendía un cigarrillo. En la colina del fondo se vio llegar un coche. Una pareja. El coche se detuvo, los faros se apagaron y dio comienzo la placentera intimidad. Media hora después pude ver como la pareja encendía lo que parecían ser cigarrillos, los del postplacer los denominé. El chaval de la azotea prendió el segundo pitillo, el del vicio mezclado con el miedo a no ser sorprendido. Yo hice lo mismo, solo que el mío no tenía significado alguno. Caladas de humo, sentimientos distintos.

sábado, 6 de junio de 2009

RECUERDOS DE SALON



Por fin se habían decidido a entrar aquella habitación y hacer una limpieza a fondo. Madre e hija tenían una larga mañana por delante. la verdad es que mas que decisión fue obligación ya que en el trastero se iba a construir una pequeña bodega con barra de bar para disfrutar de los pequeños momentos de ocio. Pero hasta que ese pequeño proyecto se viese cumplido tocaba retirar aquellos muebles viejos y demás chismes.


Poco a poco el habitáculo se empezó a vaciar. Dos bicicletas pequeñas, una gran bolsa con periódicos ya amarillos que sirvieron en su día de envoltorio, maderas, baldosas y una gran cantidad de arañas a las que desahuciaron después de años de cómoda vida entre tanto mueble.
Al final de la habitación en la parte mas alta había colgado dos piezas semejantes a un plato pero de metal. LA hija lo cogió. La madre miró aquel brasero eléctrico, hoy picado sin enchufe. Y como si fuera una lluvia de estrellas fugaces los pensamientos se agolparon en su cabeza. Recordó que su abuela lo compró hace mas de treinta años a un cacharrero que paso por la finca en la que vivían al lado del río, era en la época, lo mas moderno para calentarse. Su abuela recalcaba que ya no hacia falta echar carbón a los antiguos braseros. Su hija se quedo mirando el mismo aparato, para ella solo es un cacharro viejo del que no conocía nada. Envejecemos cuando nuestros RECUERDOS superan nuestros proyectos.

lunes, 11 de mayo de 2009

LUCHA MENTAL


La mañana de aquel último día de agosto amaneció soleada. Fue ese sol de verano el que me despertó de mis sueños. Era temprano. La noche anterior había olvidado bajar la persiana lo que facilitó bastante que los primeros rayos de luz se colaran en mi lecho.


Una vez vestido me puse a navegar por internet buscando algo que me hiciese descargar adrenalina y me relajara. Tras un par de horas encontré algo interesante así que sin perder un minuto marché para el lugar donde se encontraba. Una vez allí la examiné con todo detalle y ella me batió con su mirada…


Fue mi primer combate con aquella estatua romana, hoy lucho por ganar el primer asalto a esta maldita camisa de fuerza

jueves, 19 de marzo de 2009

HIBERNACIÓN



¡Odio el invierno! - grité buscando la mirada de mi madre. Ella ni se inmutó, sencillamente me ignoraba. Volví a gritar y esta vez se oyó un pequeño zumbido cuando se giró y me miró antes de decir: "Ya esta todo preparado, no empieces como todos los años". Acatando su decisión tomé algo de comida, aunque sin ganas,(no había nada que me apeteciese en ese instante) y me retiré a dormir.

Un día, al amanecer, noté el aluminio de la ventana caliente, saqué mi cabeza y miré para ver que sucedía, fue entonces cuando un rayo de sol me dio directamente en los ojos. Había llegado la hora de volver a disfrutar y no pensaba perder ni un momento, puse a punto todo mi cuerpo y adelante…


Lástima que Marcos cerrase la ventana en ese preciso instante, fue entonces cuando mi aventura quedo reducida a nada, mis alas se quedaron pegadas tras el impacto y mi cuerpo empezó a resbalar cristal abajo hasta llegar otra vez a mi hogar en aquel agujero del aluminio de la ventana.

miércoles, 11 de febrero de 2009

TODO Y NADA




Colocado en una silla, rozando casi con el suelo, con el mismo color que hace mas de veinte años. Impoluto. Impecable. Perenne. Todas las palabras se quedan cortas para definir su estado. Aun daba demasiado respeto su presencia en aquella habitación.


Según me iba acercando a él notaba su olor, profundo, un olor de esos que se meten en tu ser en un episodio de tu vida y aunque pasen muchos años vuelve a tu cabeza y te provoca una sensación de rechazo. Me puse frente a él y pude ver su abotonadura dorada con el escudo del régimen en relieve. Era como si se mezclara el poder y la debilidad. Todo y nada.


Todo lo que fue ya no es ni será. Ya no dará ni recibirá mas golpes, ya no se teñirá mas de sangre. Aquel uniforme de los grises sólo es un recuerdo olvidado en el viejo armario.