viernes, 7 de noviembre de 2008

EL MOTOR DEL OLVIDO


Aquella madrugada Él se levantó pronto, eran las 6 de la mañana, había dormido poco pensando en todo lo que le quedaba por hacer. Tras vestirse rápidamente bajo los dos peldaños que separaban la habitación de la pequeña cocina y encendió el fuego en la chimenea, el invierno había comenzado hace pocos días y el frio comenzaba a dejar heladas las palabras. Después salió al patio y se dirigió a la cuadra.Alli estaba la mula torda, la preparó y la sacó a la calle. Enfrente de la casa no habia ningún coche aparcado, habia algo mas rústico, el carro verde oscuro rematado con grandes remaches. Ató la mula al carro y se subió despacio, la edad empezaba a robarle agilidad. Empezaba un nuevo dia de trabajo y su primera tarea era recoger las bolsas de basura de sus paisanos.


Hoy cuarenta años despues todo ha cambiado. La basura la recoge un potente camión. Él se marchó una mañana lluviosa de febrero de hace algunos años, hasta el cielo le quiso brindar su adios, ya que la meteorologia fue una de sus preocupaciones. El carro acabó vendido y hoy seguro que algunas de sus piezas son motivo de adorno en cualquier pequeño rincón del mundo. La mula torda tambien se vendió y ahora cosas de la vida, es su nieto quien pasea como turista en un animal de este tipo por las islas griegas. Potente motor el que porta el coche del olvido.




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