jueves, 11 de diciembre de 2008

UN VIAJE DIFERENTE


Aquel corto viaje a ella se le hizo eterno. Era una tarde gris del mes de marzo, la lluvia había dejado el pueblo totalmente desierto. Con este clima tan desapacible el viaje se presuponía tranquilo sin muchos viajeros. La chica llegó a la parada de bus en la que solo había un par de ellos. Todo en silencio, todos esperando, el único sonido era el producido por los pequeños riachuelos de agua que se colaban en las alcantarillas. A lo lejos, entre la niebla se empezó a intuir la silueta del autobús.
De repente todo se quedó oscuro. La joven no veía absolutamente nada, no oia ni una sola voz. Pronto el miedo se empezó a apoderar de ella, se encogió en un rinconcito y comenzó a tiritar de frio. De vez en cuando todo temblaba y su temor se acrecentaba. Tres cuartos de hora mas tarde, todo se quedó quieto, ya nada vibraba. Unos instantes después un ruido semejante a un escape de gas empezó a escucharse, la chica pensó que su hora había llegado…Fue entonces cuando la luz entró, al levantarse la puerta de un enorme maletero del autobús interurbano, entonces lo comprendió debería haber elegido la mochila en lugar de la pequeña maleta de ruedas.

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